Cuando
llegamos a Buenos Aires, íbamos con la idea de que las 3 realizaríamos las
prácticas en el mismo hospital, y nada más llegar nos comunicaron que una iría
sola. Al principio nos preocupó un poco por el tema de que nos habían agobiado
mucho con que era una ciudad muy peligrosa, que nunca fuéramos solas, etc. I el
hecho de ir sola cada día a otra parte de la ciudad me causó un poco de miedo,
pero tengo que decir que este miedo desapareció nada más empezar las prácticas.
Claro que Buenos Aires puede ser peligroso, pero no deja de ser una ciudad
grande y “las cosas que supuestamente te puedan pasar” también pueden suceder
en Barcelona o Madrid.
El
primer día de prácticas fue un poco caótico. Llegué ahí y nadie me guio en
nada, simplemente me coloque con las otras chicas de prácticas y las acompañe a
ver sus salas. Tengo que decir que llegué en unos días bastantes estresantes,
muchas de las dietistas no estaban. De manera que con las otras 2 chicas de prácticas,
estas dos argentinas y estudiantes de la UBA, nos repartimos las salas de
clínica (hombre y mujer), obstetricia (embarazo) y pediatría.
La
organización diaria era siempre la misma, primero pasábamos por nuestra sala a
ver las indicaciones médicas, y en función del menú y las indicaciones rellenábamos
la planilla para entregar a cocina. Antes de entregar la planilla, teníamos el
contacto con el paciente. Una vez finalizado, realizábamos las colaciones
(agrego de comida en función de las necesidades del paciente, por ejemplo un
diabético) i los menús individuales para el día siguiente. Finalmente controlábamos
que la distribución del almuerzo fuera correcta y tal y como habíamos pedido.
Tengo
que decir que aunque no tuve una dietista referente, ellas siempre estaban
dispuestas a ayudarte, y cualquier duda que teníamos nos la respondían con
mucho gusto. Pienso que al tener que ir sola aprendí mucho, porque tuve que
pasar rápidamente de ser una estudiante a una dietista de planta, a poder
hablar con los pacientes, a relacionarme con los médicos e enfermeras y con
todo el equipo multidisciplinar.
Algunas
de las dificultades que tuve al principio fue adaptarme a los alimentos, no solamente
muchos nombres son distintos sino que también hay otro tipos de alimentos. Pero
con la ayuda de las chicas de prácticas y las dietistas me adapté a la
alimentación propia muy rápidamente.
Una
de las cosas que me sorprendió, y creo que a todas fue la costumbre de salir de
casa con el uniforme puesto. Es muy común ver a la gente con el uniforme puesto
en la calle. Desde mi punto de vista es muy cómodo, pero evidentemente poco higiénico.
Finalmente
me gustaría decir que ha sido una gran experiencia tan personal como profesional.
Es muy importante el nivel que tienen las dietistas, supongo que también por el
hecho que la carrera de nutrición está implantada desde hace muchos años y
además esta tiene una larga duración (más la residencia o concurrencia). Es
impresionante la capacidad de trabajo que tienen con menos recursos que
nosotros y cuando surge un pequeño cambio o un problema, como responden ante
ello. Tampoco se trabaja con computadoras, todas las planillas que se entregan
a cocina como también los documentos para comunicar-se entre ellas o con el
resto de los profesionales (médicos, enfermeras, etc.) son en papel (a mano).
Recomendaría
a todo el mundo, si se tiene la pequeña oportunidad de poder vivir esta gran
experiencia y de esa manera poder descubrir cómo se vive tu profesión en otro
país y cultura.
La verdad es q ser nutricionista encargada de cocina en hospital es un trabajo muy estresante y desvalorizado. Es dificil lograr un buen equipo con peones, camareros y cocineros q creen, y te lo hacen saber en su mayoria, q saben mas q uno.
ResponderEliminarLa falta de respeto es bastante comun como tb lo es q falte mercaderia porq la roban.
El estres de trabajar en ese entorno es muy grande.Hay q tener mucho dominio de grupo y aun asi no esta garantizado q se respeten las indicaciones q se den.
En muchos casos no se cuenta con todo el personal q corresponde y la nutricionista termina haciendo la funcion del peon de limpieza o del ayudante de cocina o del stokista o del despensero o de la camarera arrastrando tremendos carros y....todo por el mismo sueldo
Si uno elige ser franquera entonces el horario es de 15 hs corridas sabado y domingo. Y si es feriado el lunes tb.Esto provoca q llegado un punto se cometan errores por la falta de descanso q casi nunca son entendidos.
Por desgracia este tipo de trabajo es el q mas abunda. El de ser encargada de ASA. Si se busca ser nutricionista de planta es casi imposible y con los consultorios pasa otro tanto. Las obras sociales pagan muy poco y hay q lograr tener varios para ganar un poco mas, obviamente siendo monotributista
Es una lastima q la jerarquizacion de la carrera no haya sido la adecuada. Se estudia mucho pero a la hora de trabajar parece q desde el cocinero hasta los medicos son reacios a pedir nuestra opinion. Todos se creen con derechos de hablar de alimentacion sana aunq no sea la formacion academica q tengan la q lo avale.
Pensar bien antes de seguir esta carrera. Mejor seguir medicina y luego especializarse en nutricion si es el deseo. Pero solo licenciada no porq es frustrante no poder acceder a areas de trabajo q uno elija porq es muy poca poca la oferta laboral sacando cocina.