miércoles, 2 de mayo de 2012

REFLEXIÓN GASTRONOMIA

Como hemos descrito anteriormente la cocina es muy variada, siendo la española e italiana las que más predominan, y es por eso que en la capital se puede comer en cualquier tipo de restaurante.
Una norma que tienen los restaurantes es la de no poner sal de mesa a la vista de los comensales, la comida se sirve bastante salada pero es el cliente el que tiene que pedir sal adicional, nunca vas a encontrar saleros en la mesa.

Los argentinos tienen la costumbre de tomar mucho mate, y este muchas veces se acompaña de azúcar o edulcorante. El mate se bebe solo o acompañado, en cualquier momento del día. El problema del mate es que dificulta la absorción de hierro, y también se tiene que tener en cuenta el gran consumo de azúcar simple, si este se utiliza para endulzar la bebida.

Hemos podido observar la gran cantidad de puestos tipo quioscos donde se venden grandes cantidades de productos superfluos tipo chocolatinas, caramelos, facturas, etc. Des de nuestro punto de vista y a base de la propia experiencia, incitando a consumir-los desmesuradamente.

El alimento estrella de este país es el dulce de leche. Este se consume ya sea solo o en tostadas, pero también formando parte de otros alimentos como por ejemplo facturas, “churros”, todo tipo de pasteles/tortas, entre otros.

Un desayuno porteño consta de tostadas, galletitas o facturas; con mermeladas y mate/café/leche. Los almuerzos y las cenas son parecidos a los nuestros, un poco de verdura, carne i carbohidratos. Platos típicos que se consuman son, las milanesas (acompañadas de puré de papas o verduras) i las pastas. Sin dejarnos los asados, estos a partir de carne de vacuno y acompañados de panes, salsas y otros alimentos.

En esta fecha, ya llevamos bastantes días en Buenos Aires, y es por eso que hemos tenido la gran suerte de degustar un poco todas esas costumbres, el mate, un buen asado argentino y algunos de los diferentes productos superfluos que se encuentran en el mercado.

Para terminar, comentar que para nada hemos extrañado la comida catalana, ya que la cocina argentina no se diferencia mucho de la nuestra, y además en los diferentes supermercados se encuentran todo tipo de productos, y por lo tanto no es difícil poder seguir una dieta mediterránea. Solo hay una excepción, el aceite de oliva. Ese último producto es muy caro, y es por eso que el aceite que más se utiliza es el de girasol, además los habitantes porteños aún tienen la idea de que el aceite de oliva es malo si este es frito, es por eso que las nutricionistas del hospital solo lo recomiendan para ser usado en crudo.

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